Falta de transparencia en el Ayuntamiento de Miranda del Castañar
Desde el inicio de la actual legislatura, los miembros del PSOE de Miranda del Castañar hemos puesto de manifiesto la continúa falta de información de los miembros del equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento y las dificultades con las que nos encontramos a la hora de llevar a cabo nuestra labor de oposición.
En una Corporación municipal, en la que participan tantas personas, cada una de las cuales tiene sus propias ideas de cómo se tiene que llevar a cabo la gestión municipal y con sus propios objetivos a veces es difícil coordinarse. No obstante, debería ser más fácil tratar de vez en cuando de ser capaces de llegar a algún tipo de acuerdo, porque la oposición no está para decir que sí a todo sin ahondar en el fondo de cada cuestión planteada, sin tener la opción de debatirlas ni estudiarlas en profundidad para plantear alternativas en caso de creerlo conveniente. La labor de la oposición es la de fiscalizar la gestión municipal, de informar a los vecinos cuando acuden a nosotros o mediar en caso de que necesiten resolver algún problema. Pero aquí nos encontramos con la primera cuestión que queremos denunciar: la falta de transparencia en nuestro Ayuntamiento.
Durante los dos años y medio que han transcurrido desde las últimas elecciones en numerosas ocasiones se ha solicitado información financiera de carácter general por escrito y nunca, hasta el momento, se ha respondido a ninguna de nuestras peticiones, al menos de manera clara, con acceso a los datos y facturas. El caso más llamativo, porque se repite todos los años, es la solicitud de los costes de las fiestas patronales. Se solicitaron en 2011 y no se nos han facilitado aún. Se volvieron a solicitar los del año 2012, que además se vieron incrementados considerablemente con un festejo taurino al margen del que tradicionalmente se hace por la Asociación Amigos de Miranda y aún estamos esperando respuesta. Los correspondientes a las fiestas del 2013 nos dijeron que se pondrían a disposición de todo el mundo. Aún los estamos esperando.
Durante los dos años y medio que han transcurrido desde las últimas elecciones en numerosas ocasiones se ha solicitado información financiera de carácter general por escrito y nunca, hasta el momento, se ha respondido a ninguna de nuestras peticiones, al menos de manera clara, con acceso a los datos y facturas. El caso más llamativo, porque se repite todos los años, es la solicitud de los costes de las fiestas patronales. Se solicitaron en 2011 y no se nos han facilitado aún. Se volvieron a solicitar los del año 2012, que además se vieron incrementados considerablemente con un festejo taurino al margen del que tradicionalmente se hace por la Asociación Amigos de Miranda y aún estamos esperando respuesta. Los correspondientes a las fiestas del 2013 nos dijeron que se pondrían a disposición de todo el mundo. Aún los estamos esperando.
Los que representamos a los ciudadanos en nuestros ayuntamientos somos los encargados de gestionar los recursos públicos de manera razonable y eficiente. Pero si no hay transparencia, el ciudadano pone en duda a la Administración, especialmente a la más cercana a ellos, lo que nos deja en mal lugar a todos y nosotros muchas veces no respondemos a sus preguntas porque no queramos, si no porque no nos facilitan la información necesaria para hacerlo.
La ley es clara al respecto, toda la información que deba debatirse o votarse en un Pleno debe estar a disposición de los concejales desde el mismo momento de su convocatoria. Parece que en el Ayuntamiento de Miranda del Castañar nos regimos por leyes diferentes al resto de los municipios.
Llegados a este punto pretendemos de hacer nuestra segunda denuncia pública: la periodicidad de las sesiones ordinarias de los plenos. En la sesión extraordinaria del 21 de junio del 2011 se acordó que se celebrasen en el plazo máximo que marca la ley, es decir, cada tres meses. Durante el año pasado, tuvimos únicamente dos plenos ordinarios, con un espacio de nueve meses entre ellos. Desde el 26 de diciembre de 2012 transcurrieron casi cuatro meses hasta el siguiente que fue el 22 de abril de 2013; el que hubo posteriormente se celebró el 26 de junio de 2013, pero de nuevo tuvimos que esperar cuatro meses, hasta el 28 de octubre para el siguiente. Ésto supone una manera de obstruir el buen funcionamiento de la entidad, porque el tratamiento de los asuntos en un pleno ordinario y en uno extraordinario son diferentes y porque hay que dar cuenta del día a día de la gestión municipal y dar lugar a preguntas o ruegos que pueden surgir del resto de grupos políticos.
Esta situación llega a tal punto que no sólo se nos niega la información que hay que debatir y aprobar en Pleno, como en más de una ocasión hemos puesto de manifiesto y que las sesiones ordinarias se convoquen en la mayoria de los casos fuera de plazo. La gota que colmó el vaso fue el de la aprobación de la Cuenta General del 2012, después de su publicación en el BOP de Salamanca el 26 de septiembre del presente año hay un plazo para presentar alegaciones o reclamaciones. Nuestra sorpresa fue mayúscula al leer, además, que la Comisión Especial de Cuentas se había reunido el 18 de septiembre y la había aprobado de manera provisional. Recordamos habernos reunido para la Cuenta General del 2011 en diciembre del año pasado pero no que se nos haya convocado durante este año ni para la elaboración de presupuestos ni para ésto, que en teoría, la propia Comisión había aprobado.
La Comisión Especial de Cuentas es la única comisión preceptiva, en la que tienen que estar representados todos los grupos políticos en la misma proporción en que se encuentran en el Pleno. En la sesión del Pleno celebrada el 21 de junio de 2011 la Alcaldesa nos preguntó si todos queríamos formar parte a lo que respondimos afirmativamente, es decir, formamos parte e ella pero no se nos convoca nunca. La explicación que se nos ofrece después de presentar las correspondientes quejas es que “somos pocos y como hay que aprobarla en Pleno y ahí lo íbamos a ver no tiene sentido reunirse dos veces”. Lo cual no deja de ser anecdótico, porque en ningún momento la documentación estuvo en Secretaría a nuestra disposición, no la vimos hasta el momento de su aprobación.
En resumen, nos encontramos con que no podemos acceder siquiera a aquella información que debemos aprobar en pleno, plenos que además convocan cuando quieren sin tener en cuenta los plazos. Las comisiones de las que formamos parte aprueban cosas sin convocarnos y, para rematar la faena, las actas en algún caso como la del 26 de diciembre de 2012, en las que se aprueban tasas municipales, tan desproporcionadas como los 1500 euros por nicho que se cobran en un municipio que ronda los 500 habitantes se pierden, no pudiendo demostrar cuál fue nuestro voto porque es la palabra de unos contra la de los otros. En vista de todo lo anterior optamos por grabar en audio todas las sesiones del pleno, cosa que por cierto, también nos han prohibido a pesar de ser un derecho constitucional, al fin y al cabo somos personajes públicos en un acto público. Supongo que el miedo a que la gente pueda conocer la realidad de su Ayuntamiento pesa más que cumplir con nuestras obligaciones como ediles. Ya se sabe, el coste político prima siempre sobre todos los demás.
